Hay un tema que hace mucho tiempo que me da vueltas, pero hoy llegué al límite.
Luego de un par de cursos de economía aprendí el concepto de salario mínimo. Se define como un sueldo que se fija donde no se puede pagar menos que este a un empleado. Si el sueldo mínimo es menor al sueldo "de equilibrio", el mercado no se ve afectado. Sin embargo, si el sueldo es mayor a este equilibrio, se genera ineficiencia.
Ese es el concepto extraño que vale la pena analizar.
Tenemos que un país necesita fijar un sueldo mínimo, ¿por qué necesita fijar uno? Porque en caso contrario se paga menos que esto a los trabajadores. Un mercado que, al menos en teoría, se regula en base a la oferta y la demanda debería llegar a producir salarios acordes a los precios, teniendo una dispersión relativamente justa a lo largo de los estratos sociales. Hasta que nos encontramos con Chile.
Nuestro salario mínimo es de $182.000 mensuales (US$355.6 el día de hoy, para comparar). Cualquier persona con un mínimo de conocimiento sabe que eso es demasiado poco para el país que es Chile. La escandalizadora noticia que recibí hoy es que el salario mínimo de Australia es de cerca de 14 dólares australianos la hora (US$2430 mensuales).
Vemos que el salario mínimo australiano es casi 7 veces el chileno (6.83 exactamente). De acuerdo a lo que se me enseñó en economía, su salario no es eficiente por lo que debería producir desempleo. Grande es mi sorpresa al ver que Chile tiene una tasa de desempleo del 8.7% (al 2010) mientras que la australiana bajó al 4.4%. O sea, ¿pagamos menos y obtenemos menos eficiencia? De acuerdo a las leyes de aerodinámica, el abejorro no vuela, por lo mismo de acuerdo a la economía, Australia no existe.
El PIB per cápita de Australia es de US$39.231 (11 en la lista) y el de Chile es US$15.331 (49 en la lista). Claramente Australia es un país más desarrollado, sin embargo, el problema no radica ahí. El sueldo promedio en Chile es de $360.000, bastante lejos del salario mínimo australiano. Analicemos un poco este número. De acuerdo al PIB per cápita, ingresa dinero para que cada chileno gane $653.000. Un pequeño cálculo nos muestra dónde está el problema.
El salario mínimo no es el problema en sí, el hecho que la gente gane poco de acuerdo a lo que hace no es responsabilidad de que el gobierno lo dictamine así o no. Es cierto que podría resolverlo en gran medida si se tomaran medidas serias, pero tristemente eso no se pone encima de la mesa.
Chile es un país donde la distribución de recursos es realmente repugnante. En clases de economía me enseñaban cómo calcular el índice de distribución de recursos, cuando se me debería estar enseñando con vergüenza que tenemos uno de los peores del mundo. Un país donde se prioriza la construcción de carreteras y autopistas urbanas (por supuesto que en Santiago solamente) por sobre la educación y salud de todos.
Hace poco entraron a robar a una oficina donde trabajo, se llevaron equipo carísimo en un tiempo impresionante. Da mucha rabia cuando uno se ve enfrentado a estas situaciones, donde uno se ve perjudicado por otras personas, cuando le quitan herramientas de trabajo.
Pero luego vemos quienes fueron, personas que nunca tuvieron apoyo, que no se les dieron oportunidades. Muchas veces he escuchado el comentario que los pobres son pobres porque son flojos. Me gustaría ver a cualquiera que esté leyendo esto surgir en la vida con lo que parte quien se dedica a asaltar habitualmente. Me encantaría ver como uno puede hacerse de un buen puesto laboral hablando con acento "de pobla".
Una de las tantas campañas presidenciales de hace unos años fue "Delincuentes, se les acabó la fiesta". Siempre consideré que esa campaña era la máxima negación de la realidad posible. ¿En verdad alguien considera que quien asalta es intrínsecamente malvado? ¿que buscan hacer daño? ¿que quieren robar porque no quieren trabajar?
Si alguien no ha tenido fiesta jamás, esos son los pobres. El mundo les muestra en vitrina lo que nunca podrán tener y la publicidad se preocupa de refriegárselo en la cara todos los días. Y en esas condiciones ven como el gobierno en un gesto de absoluta bondad sube en $5.000 el salario mínimo.
Como bien escuché una vez, uno no puede hablar de solidaridad mientras no haya justicia. El salario mínimo no es una medida que protege al pueblo y al mercado, protege a los de más arriba.
Supongamos la absurda idea que se fija un salario mínimo de $500.000. No se va a destruir el mercado, no van a quebrar todas las empresas ni habrá un desempleo casi total. Es cierto, aumentaría el desempleo, pero el mercado se estabilizaría eventualmente, mientras haya dinero para gastar, habrán empleos y gente que gana muchos millones ganará menos millones.
.
Se me enseño que el abejorro no debería volar y que el modelo australiano no deberia funcionar. Sin embargo, ambos vuelan.
Luego de un par de cursos de economía aprendí el concepto de salario mínimo. Se define como un sueldo que se fija donde no se puede pagar menos que este a un empleado. Si el sueldo mínimo es menor al sueldo "de equilibrio", el mercado no se ve afectado. Sin embargo, si el sueldo es mayor a este equilibrio, se genera ineficiencia.
Ese es el concepto extraño que vale la pena analizar.
Tenemos que un país necesita fijar un sueldo mínimo, ¿por qué necesita fijar uno? Porque en caso contrario se paga menos que esto a los trabajadores. Un mercado que, al menos en teoría, se regula en base a la oferta y la demanda debería llegar a producir salarios acordes a los precios, teniendo una dispersión relativamente justa a lo largo de los estratos sociales. Hasta que nos encontramos con Chile.
Nuestro salario mínimo es de $182.000 mensuales (US$355.6 el día de hoy, para comparar). Cualquier persona con un mínimo de conocimiento sabe que eso es demasiado poco para el país que es Chile. La escandalizadora noticia que recibí hoy es que el salario mínimo de Australia es de cerca de 14 dólares australianos la hora (US$2430 mensuales).
Vemos que el salario mínimo australiano es casi 7 veces el chileno (6.83 exactamente). De acuerdo a lo que se me enseñó en economía, su salario no es eficiente por lo que debería producir desempleo. Grande es mi sorpresa al ver que Chile tiene una tasa de desempleo del 8.7% (al 2010) mientras que la australiana bajó al 4.4%. O sea, ¿pagamos menos y obtenemos menos eficiencia? De acuerdo a las leyes de aerodinámica, el abejorro no vuela, por lo mismo de acuerdo a la economía, Australia no existe.
El PIB per cápita de Australia es de US$39.231 (11 en la lista) y el de Chile es US$15.331 (49 en la lista). Claramente Australia es un país más desarrollado, sin embargo, el problema no radica ahí. El sueldo promedio en Chile es de $360.000, bastante lejos del salario mínimo australiano. Analicemos un poco este número. De acuerdo al PIB per cápita, ingresa dinero para que cada chileno gane $653.000. Un pequeño cálculo nos muestra dónde está el problema.
El salario mínimo no es el problema en sí, el hecho que la gente gane poco de acuerdo a lo que hace no es responsabilidad de que el gobierno lo dictamine así o no. Es cierto que podría resolverlo en gran medida si se tomaran medidas serias, pero tristemente eso no se pone encima de la mesa.
Chile es un país donde la distribución de recursos es realmente repugnante. En clases de economía me enseñaban cómo calcular el índice de distribución de recursos, cuando se me debería estar enseñando con vergüenza que tenemos uno de los peores del mundo. Un país donde se prioriza la construcción de carreteras y autopistas urbanas (por supuesto que en Santiago solamente) por sobre la educación y salud de todos.
Hace poco entraron a robar a una oficina donde trabajo, se llevaron equipo carísimo en un tiempo impresionante. Da mucha rabia cuando uno se ve enfrentado a estas situaciones, donde uno se ve perjudicado por otras personas, cuando le quitan herramientas de trabajo.
Pero luego vemos quienes fueron, personas que nunca tuvieron apoyo, que no se les dieron oportunidades. Muchas veces he escuchado el comentario que los pobres son pobres porque son flojos. Me gustaría ver a cualquiera que esté leyendo esto surgir en la vida con lo que parte quien se dedica a asaltar habitualmente. Me encantaría ver como uno puede hacerse de un buen puesto laboral hablando con acento "de pobla".
Una de las tantas campañas presidenciales de hace unos años fue "Delincuentes, se les acabó la fiesta". Siempre consideré que esa campaña era la máxima negación de la realidad posible. ¿En verdad alguien considera que quien asalta es intrínsecamente malvado? ¿que buscan hacer daño? ¿que quieren robar porque no quieren trabajar?
Si alguien no ha tenido fiesta jamás, esos son los pobres. El mundo les muestra en vitrina lo que nunca podrán tener y la publicidad se preocupa de refriegárselo en la cara todos los días. Y en esas condiciones ven como el gobierno en un gesto de absoluta bondad sube en $5.000 el salario mínimo.
Como bien escuché una vez, uno no puede hablar de solidaridad mientras no haya justicia. El salario mínimo no es una medida que protege al pueblo y al mercado, protege a los de más arriba.
Supongamos la absurda idea que se fija un salario mínimo de $500.000. No se va a destruir el mercado, no van a quebrar todas las empresas ni habrá un desempleo casi total. Es cierto, aumentaría el desempleo, pero el mercado se estabilizaría eventualmente, mientras haya dinero para gastar, habrán empleos y gente que gana muchos millones ganará menos millones.
.
Se me enseño que el abejorro no debería volar y que el modelo australiano no deberia funcionar. Sin embargo, ambos vuelan.